Primero que todo, no es que no se quieran cambiar los hábitos, es que la mayoría no sabe cómo. Y, por otro lado, porque se desconoce que se llevan hábitos dañinos para nuestra salud.
¿Sabes cómo son tus hábitos? ¿Puedes definirlos si son saludables o no?
Pues yo no sabía y desconocía que no tenía hábitos muy saludables. En realidad, si tenía alguna idea, pero no lo asocié nunca a nada tan terrible. No pensaba que un hábito no muy saludable podía repercutir en cualquier otra área de mi vida, y que si lo seguía manteniendo podría traerme futuros problemas para mi salud. Así es como tomé conciencia y empecé a cambiar hábitos, pero de manera paulatina.
Contexto de salud en la actualidad
Actualmente, hemos visto lo frágiles que somos lo seres humanos, y cualquier virus puede aparecer y atacarnos. Por lo que la importancia de reforzar nuestro sistema inmune es crucial. Los hábitos actuales nos hacen más propensos a enfermedades, y estar cada vez menos preparados para hacerles frente.
Antes de que llegara la pandemia que estamos atravesando actualmente, teníamos estadísticas de enfermedades no transmisibles en aumento cada año.
Enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedades cardiovasculares, entre otras, han ido en aumento cada año. Siendo enfermedades, que en su mayoría, son producidas por los hábitos pocos saludables que estamos llevando. Y que no sólo afectan a la población adulta, sino que también, lamentablemente, afectan también a los niños.
Este año, según un estudio de la JUNAEB, Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, (en Chile, pero si eres de otro país latino, no debe haber sido muy distinto), la obesidad en niñ@s de prekínder, kínder y 1° básico ha aumentado. E indica que en estas primeras etapas escolares, 4 de cada 10 niñ@s con obesidad, tienen obesidad severa.
Tenemos una responsabilidad con nosotros, con nuestra salud y con nuestro entorno.
¿Cómo crees que llegarás cuando seas mucho mayor?
Imagínate por un rato cómo crees que llegarás cuando seas muy mayor. Crees que es natural llegar sin poder agacharte, sin poder recoger tus cosas, si tener agilidad, pues no es así. Todo está en nuestros hábitos. Por supuesto que no vamos a poder compararnos con los niños, pero si te has preocupado de tu salud física y mental, vas a llegar sin mayores problemas en tu edad más adulta.
Ahora, si ya eres muy adulto y quieres empezar a cuidar de tu salud, pues es buen momento. El cuerpo tiene una gran capacidad para sanar cuando se les dan las herramientas adecuadas. Pero para eso también hay que ser pacientes. La naturaleza es lenta, sus procesos se dan con tiempo, hay que observarla y aprender de ella. Ella es sabia.
La edad no es excusa para empezar a cuidar de tu salud
Hábitos que merman nuestra salud
Te compartiré un listado de algunos los hábitos que podrían estar mermando nuestra salud, y que no le tomamos tanta importancia.
- El dormir inadecuadamente, como por ejemplo, despertarte varias veces en las noches, sufrir insomnio, levantarte cansado, acostarte muy tarde, tener turnos de trabajos desgastantes;
- Alimentarse de productos altamente procesados, consumir altas dosis de azúcar, sal y grasas;
- Alimentarse de manera deficiente, es decir, poca verduras y frutas en tu dieta diaria;
- Estar permanentemente bajo estrés;
- Tener pensamientos autodestructivos;
- El no tener momentos de descanso y/o esparcimiento;
- Comer a deshoras, no comer o comer “cualquier cosa” porque no alcanzaste a almorzar;
- No consumir agua, un elemento vital para nuestros procesos internos;
- Pasar mucho tiempo durante el día sentados, en vehículo, mirando televisión, etc., es decir, no estar moviéndonos;
Y esto afecta a todos, no sólo a algunas personas. Afecta a niños, jóvenes y adultos. En el caso de los niños, ellos aprenden de nuestros hábitos, por lo que recae la responsabilidad en nosotros para que ellos crezcan con hábitos saludables.
Una forma de saber si tienes un hábito saludable es hacer un escáner de lo que es tu alimentación diaria. Puedes llevar una libreta y anotar diariamente lo que consumes, y preguntarte ¿abusas del café? ¿descansas cuando duermes?¿comes snacks a deshoras como galletas, chocolates, etc? ¿te saltas comidas porque quieres bajar de peso y prefieres no comer? ¿te sientes sin energía durante el día?
¿Cómo comenzar a cambiar hábitos?
Pareciera que debemos cambiar todo de una sola vez, pero no es la idea, eso nos traería estrés y estaríamos aumentando más cosas a la lista.
Primero debemos tener la intención de cambiar algo que sabemos que no nos está aportando en nuestra salud. Quizás sentimos cierta incomodidad que no sentíamos antes, también puede ser un indicio para cambiar algo.
Segundo, debemos identificar lo primero que queremos cambiar, eso que pareciera ser más urgente (se vale cambiar después, pueden aparecer otros factores que nos hagan cambiar de opinión).
Tercero, trabajar en buscar herramientas para cambio. Si es alimentación, debes saber que cosas incluir en tus alimentos y que debes evitar. Si es estrés, buscar herramientas para calmarte. Y así, en el área que necesites hacer algún cambio.
Los cambios los puedes hacer perfectamente sola. Si te gusta leer, investigar, estudiar, puedes tu misma liderarte en tu proceso.
Pero si requieres ayuda, puedes asesorarte con algún profesional del área. Habemos muchos coaches que te pueden ayudar a cambiar hábitos. Y los puedes encontrar en tu ciudad o país, seguro que existen. Cada vez, crece más esta comunidad.
Mi intención con el blog, es brindarte herramientas que puedas utilizar, ya sea para rebajar el estrés, empezar a alimentarte más saludable, también herramientas que nos ayudarán con nuestro tema emocional y así. Aprenderemos todos y todas. Y estaré compartiendo otras páginas que puedas visitar y seguir investigando. Es un camino que no acaba porque, cuando veas cambios en tí, querrás probar más cosas y compartirlas.
Te deseo un buen inicio 🙂
¡Gracias por leer!